Nuevamente me salgo de la línea habitual del blog para contarte uno de mis proyectos personales. En este caso se trata de una iniciativa impulsada por Diego Infante y que me sedujo hasta el punto de participar deportiva y profesionalmente.
360 km es la distancia que separa Madrid de València, y la distancia que parece ser que separa las posturas entre conductores y ciclistas.
El Desafío Madrid-València no nace como una iniciativa para quejarnos de la seguridad vial, no, el DMV es un reto pensado para dar una colleja tanto a ciclistas como a conductores.
Esto no va de «luchar» contra los automóviles
Sucede que como ciclistas vemos actitudes negligentes por parte de otros ciclistas, saltos de semáforos en rojo, grupos rodando en fila de 3 o de 4, gente tirando los envoltorios de los geles y las barritas como si estuvieran corriendo una gran vuelta, descensos a más de 80 km/h en tráfico abierto, almuerzos que empiezan en cerveza y acaban con carajillo y chupito…
Sucede que como conductores vemos actitudes peligrosas por parte de otros conductores, pasadas cerca de ciclistas que distan mucho de ser de más de metro y medio, reproches y pitadas por el sólo hecho de rodar en grupo por una carretera transitada o por una avenida de cualquier ciudad, cigarrillos encendidos tirados por la ventanilla, entradas en rotondas que no tienen en cuenta el hecho de que un grupo de ciclistas representan un vehículo, del primero al último…
Esto va de que todos arrimemos el hombro
Es por ello que lo recaudado irá destinado a una campaña de concienciación para ciclistas y conductores ejecutada por la coordinadora ConBici, poniendo énfasis en que la carretera y la ciudad son espacios en los que tenemos que convivir, coexistir y respetarnos, cada uno con sus derechos y obligaciones.
Esto no va de pagarnos la fiesta
La gente que participará en el desafío pagará todos sus gastos personales (desplazamientos, alojamiento, dietas) además de comprometerse a conseguir donaciones al Desafío por valor de 50€.
Por suerte contamos con una serie de patrocinadores que nos facilitan nutrición deportiva, furgonetas de apoyo, mecánico, fisio y un maillot conmemorativo que puedes llevarte si haces click aquí.
Esto no es una marcha ciclista
El objetivo último no es recorrer el camino, es concienciar y dar ejemplo, una tarea que no necesariamente corresponde a un gran grupo.
Es por ello que no hay inscripciones abiertas al público. Vamos a ser pocos, muy pocos, aunque ello nos cueste más dinero de nuestro bolsillo. Sólo vendrá gente comprometida con los valores y la filosofía del Desafío, que además esté preparada física y mentalmente para recorrer 360 km.
No sólo se trata de dinero
Si quieres ayudar y no puedes o no quieres aportar dinero, comparte, etiqueta a amigos, difunde. Toda difusión es igual de bienvenida que una donación.
Hay una campaña de crowdfunding a la que puedes acceder aquí, en el caso de que quieras aportar dinero esto se verá recompensado con un obsequio, como llaveros, gorras, camisetas, el maillot oficial o incluso mencionarte en nuestra fanpage como mecenas destacado.
El desafío personal
Este va a ser uno de los mayores retos a los que me haya enfrentado, 360 km. no son cualquier distancia.
Es por ello que emitiré vía Facebook Live una serie de capítulos, la noche de antes, la salida, los avituallamientos, los problemas y sin duda la llegada. En definitiva cualquier cosa que acontezca, tanto planificada como no planificada, porque este tipo de aventuras son maravillosas gracias a las cosas inesperadas que suceden, sean buenas o malas.
